8 de Mayo
8 de Mayo

8 de Mayo

 

Por Juan Antonio Quirós Martínez

8 DE MAYO

Todos aquellos que siguen o se interesan por la parte interna de las Artes Marciales, los que siguen los caminos filosóficos, los caminos del espíritu y, principalmente, aquellos que pertenecen a movimientos esotéricos, ocultistas, grupos organizados serios que buscan el despertar de su espíritu y elevar al hombre en su evolución, no alineantes ni explotadores de la buena fe de sus seguidores; que los hay; y en general, los que toman su vida como una vía de evolución hacia Dios y planos superiores de conciencia, habrán celebrado seguramente algún tipo de ceremonia, el pasado 8 de Mayo.

 

Este día muy especial, es el día del «Maestro». No se trata de festejar cualquier cosa, ni me refiero a los instructores, profesores o maestros de escuela, no, se trata del día del «Maestro», es decir, de rememorar a los seres muy especiales que han encarnado entre los hombres, para alumbrar los caminos del Ser Interior, esos seres que han intentado con todas sus energías, y aún lo siguen haciendo, despertar al hombre de su sueño para que descubra la realidad, la Verdad. Estos seres han guiado de diferentes modos, con aparente desigualdad ante nuestros ojos, a la humanidad durante su historia, para lograr la elevación de su alma y conciencia hacia los planos a los que está destinado el hombre, desde tiempos pretéritos.

 

La mayoría de los seres viven únicamente la parte material, no ven más allá de las apariencias, sólo entienden de obtener cosas, dinero, poder, etc. sumidos en un ambiente totalmente material y, de alguna manera, es su momento de experiencia y tienen que pasarla. Referido a las Artes Marciales, serían los que sólo entienden la técnica como fin en sí misma, les preocupa principalmente la eficacia, afloran en ellos los instintos animalescos, la agresividad, enfrentarse y pelear con otros es una de sus características. El cuerpo, por lo tanto, lo procuran mantener a punto y muy fuerte muscularmente. En definitiva es el escalón más bajo de la pirámide, donde comprenden tan sólo lo práctico física y materialmente, no tiene cabida en ellos, la filosofía, los ritos, los sacrificios de la personalidad, la humildad, ni otros valores tan importantes para acceder a planos superiores.

 

En el lento ascenso hacia la conquista de la Verdad, lo Bello y lo Justo, cada cual elige una vereda generalmente ya marcada por un Maestro, o al menos, guiado por SUS enseñanzas internas. Ese camino, esa vereda, es una vía más que se dirige hacia la cumbre de la Gran Montaña. No todos eligen la misma ruta. Cada cual, según sus propias características y tendencias se inclinará por una u otra. Error de cientos está en creer y hacer creer a los demás, que la suya es la verdadera y única senda. Error de muchos, ha sido obligar por la fuerza, a que los demás hagan lo mismo, perdiendo así, todo el poder que poseía en su origen, y dando lugar al odio, guerras y ateísmo. Hay incluso hoy en día, rivalidades entre algunos movimientos filosóficos, algo muy curioso ciertamente. Al humano le cuesta abandonar la competitividad, critica destructivamente de aquello que él no representa o eligió, ensalzando y mostrando «su verdad» como la «Verdad». En excasas ocasiones y por muy pocos; generalmente los más auténticos en sus vivencias; reconocen que su camino está bien para él, pero que hay otros más, que el suyo no es el único y, posiblemente, pueda no ser el mejor, simplemente es «otro camino», ofreciendo sus conocimientos y servicios, al hermano que camina, sin negarle u ocultarle las ayudas que le piden.

 

Cuando menciono «Camino», no estoy tratando el de la violencia, al material, sino al espiritual, al interno. Y a estas alturas sería bueno diferenciar quienes utilizan de una herramienta, como es la técnica y el mismo sistema marcial que practiquemos, la filosofía, etc., como útil para conseguir acceder a la unión de su espíritu con el del universo y, aquellos cuyo fin está simplemente en el logro máximo de esa misma actividad, los que confunden el dedo que señala, con la luna.

 

Según las tradiciones milenarias, el día de Luna llena, se abre un conducto que acerca a los hombre y Dioses, Maestros o seres muy evolucionados, que tienen por misión vetar por el desarrollo de la Humanidad. Dice la tradición que, anualmente y en esta fecha, el más elevado de entre esos seres pregunta a sus ayudantes si están preparados para entrar en el Nirvana. La respuesta es la misma: todavía la Humanidad no está preparada… y ese ser responde siempre «Esperaré un año más…».

 

Desde nuestro humilde y modesto lugar, intentaremos hacer que cada hombre dé unos pasos más, suba otro escalón, que le acerque a su Dios Interior a Su Maestro Interno, para aproximarnos lo más rápidamente hacia el Nirvana y poder responder a la pregunta: «Sí, la Humanidad está preparada».

 

Señores de la Luz, seguid alumbrándonos, por favor.