Virusitis
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Virusitis

 
Por Juan Antonio Quirós
 
VIRUS «ITIS»
 
 
 

Ha tardado en salir el número dos, no sólamente debido a deficiencias técnicas ajenas, sino también al hecho de dificultados propias de supervivencia de la misma revista, no voy a engañaros. La falta de publicidad y medios nos lo pone complicado. También estamos experimentando con fechas para encontrar una que sea realmente efectiva. Todas las revistas salen al mercado los días primeros del mes, cuando saben que tenéis el dinero recién cobrado, fresquito. Nosotros estamos tras de alguna otra que nos diferencia también en eso, por lo tanto, durante los próximos números atrasaremos o adelantaremos su aparición, hasta decidirnos por una, y es que nuestra revista, la tuya, es atípica.

Existe una epidemia que enganchó hace mucho tiempo principalmente entre los jóvenes e inexpertos y entre los que de alguna forma, andan un poco despistados, sin encontrar algo que les llene dentro del mundo de las Artes Marciales, promovido por dudosos maestrillos que hicieron campaña de: «esto no sirve, aquello en la calle nada, eso está anticuado, ante tal situación, no te vale es mejor lo que yo hago, vístete con colorines, colócate estos danes aunque ninguno sabe nada, haz estas posturas cineastas, inventemos un estilo nuevo aprendiendo de un par de libros y con dos, tres cursillos por cada estilo principal reconocido, etc».

Entiendo que parte de la epidemia ha sido provocada y potenciada por personajillos que directamente salían beneficiados con el engaño, personas que se autodenominaron directa o indirectamente, incluso con falsa modestia, «maestros», o que sin llegar a colocarse este título, lo dieron a entender, y que han buscado en muchos casos lo espectacular, simple, superficial, la parafernalia y demás atributos, para aprovecharse de la buena fe y voluntad de la gente, comiéndoles el coco y sacando buen dinerillo. Pero por suerte, tarde o temprano se les ve el plumero y terminamos desenmascarándoles, unido a que sus alumnos maduran y acaban por darse cuenta, aunque por desgracia, muy tarde, abandonando lo que les gustaba, las Artes Marciales. Pero este daño no les importa en demasía, siempre hay incautos que llegan nuevos. Los comerciantes de todo tipo, ésta situación les ha venido de perlas e incluso muchos han colaborado brillantemente, en mantener esta confusión, sacando buena tajada con las ventas de materiales, ya se sabe, ha río revuelto…

Este famoso virus, es el denominado «Itis». Encontrándolo entre los Chuck Norritis, Brucelitis, Vandanitis y otros que de momento no voy a nombrar, en resumen, la «cinetitis baratitis».

Y yo me pregunto, ¿cuándo dejaremos de explotar los hombres a los hombres? Lo cierto es que tarda en pasarse esta fiebre y curarse del poderoso «Itis», cegando otro tipo cualquiera de tesis o comprensión y por que existen quienes están realmente preocupados porque no desaparezca, alimentando en lo posible incluso con otros derivados de moda, generalmente norteamericanos, mientras van sacando más dinerito y riéndose de quienes practican las Artes Marciales.

El engaño se puede hacer muy sutilmente y, la confusión creada es el caldo de cultivo, quienes hacen esto, tienen poder y medios a su alcance, así es que, la tarea para limpiar de escombro el patio, se hace difícil y los mismos engañados aún, les defienden.

Mi respeto y apoyo a quienes con entrega, dedicación, preparación, sin engaños y sin Peliculitis, afrontan día a día, con tenacidad, honestidad, humildad y esfuerzo la enseñanza y práctica de su Arte Marcial, en cualquiera de su variedad.

A los que explotan las Artes Marciales para fines puramente egoístas, económicos y de poder, a los «pseudo maestrillos», a los que desprestigian con su actitud, engaño, mangoneo, falta de preparación, a los comerciantes, a los tenderos de las Artes Marciales, a los que manejan a las personas como marionetas y tratan de comer el coco o usan amenazas para lograr cualquiera de sus fines, a los vendedores de la desinformación, que a través de sus medios, destrozan a los practicantes y al Arte Marcial, a esos, mi pésame, y la mayor de las ofensas, desenmascararles y después olvidarnos de ellos.

A las Artes Marciales se les ha hecho mucho daño, desde organismos, asociaciones reconocidas o no. Creo, y es mi opinión, que limpiar esta suciedad es complicado, ya que quienes más la desprestigian son precisamente quienes tienen el poder, el dinero y los medios afines.

El comercio malsano, los tenderos y los «mataos» han sido muy espabilados y han engañado durante demasiado tiempo conquistando mucho, mucho, terreno. Hora es ya, de emprender la reconquista y, aunque de momento sean muchos y poderosos, al final con vuestra ayuda los aislaremos, y perderán. Tú mismo debes luchar en tu medida contra el intruismo no alimentado al VIRUS, aprendiendo con un instructor capacitado y honesto en el Arte Marcial o deporte de contacto si quieres, que te guste.

Tú «Eliges».

Por nuestra parte, estamos abiertos a todos los que tratan con respeto lo que hacen y, si tienen un sentido trascendental y profundo en ello, más que mejor, pero en cuanto detectemos algún Virus «Itis», que se olvide de esta revista.
Y por último, una observación: los actores, las películas, son «cine», está muy bien que nos guste, incluso preferir a algún actor, pero no vivir una fantasía, la realidad puede ser muy diferente.